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La atención pensada en las personas

La atención pensada en las personas

Hacemos balance de nuestra actividad en 2015. A lo largo del pasado año, el movimiento asociativo Salud Mental en Castilla y León atendió a 3.845 personas con problemas de salud mental.

Una trayectoria avalada por más de veinte años de media ha hecho que el movimiento asociativo Salud Mental en Castilla y León sea referente en el apoyo y soporte social de las personas con discapacidad por problemas de salud mental.

Desde las 11 asociaciones y 11 delegaciones en el medio rural agrupadas en Federación Salud Mental Castilla y León, se ha intervenido de manera directa con 3.845 personas con discapacidad y 838 familiares el pasado ejercicio, una cifra sensiblemente más elevada que el año anterior, “donde no se incluye a los usuarios que han recurrido de forma puntual a las asociaciones”, explica Ángel Lozano, gerente de la Federación.

Las cifras de organismos como el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad sitúan los trastornos de salud mental como la segunda causa de discapacidad en España, pero a pesar de esto “la sociedad todavía no es consciente de la magnitud de los problemas graves de salud mental, y la realidad es que aún hay mucho desconocimiento y estigma social”.

“La cifra de personas con este tipo de patologías aumenta todos los años, especialmente en personas jóvenes”, una realidad que se vive de forma directa en nuestras asociaciones donde “cada vez acuden más personas jóvenes con problemas graves de salud mental, la mayoría con un consumo de tóxicos asociado, especialmente cannabis y/o alcohol”.

Dentro de las diferentes áreas desde donde el movimiento asociativo ofrece su atención y recursos cabe destacar los programas integrados en los centros de día, donde se atiende a un total de 1.115 personas. Algunas de ellas forman parte de los programas ocupacionales y/o prelaborales, y otras se integran en el Servicio de Promoción de la Autonomía Personal. “El objetivo final es lograr la mayor autonomía posible en los usuarios, y contribuir con estos programas de apoyo y soporte social a su proceso de recuperación”. Y para ello, desde los centros de día, además de la autonomía personal y la rehabilitación psicosocial y laboral, se desarrollan otros programas importantes como el de “envejecimiento activo” o el de “ocio y tiempo libre”.

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La apuesta por los programas residenciales

Algunas de las grandes apuestas que el colectivo ha emprendido en los últimos años ha sido la puesta en marcha de programas de atención residencial donde se cuenta con 49 viviendas supervisadas, con un total de 216 plazas.

Concretamente, este tipo de programas se ha visto reforzado en 2015 con la apertura de la Residencia Asovica en Soria, donde se está atendiendo a 38 usuarios, y desde el 1 de abril está prevista la apertura de la Residencia Alfaem en León, que dispondrá de 40 nuevas plazas. “La forma de acceso a estos recursos son a través de la Administración, que mediante una comisión mixta entre Servicios Sociales y Salud Mental determinan y derivan las personas más idóneas para estos recursos”.

“Tanto las viviendas como las residencias se configuran como “hogares” para estas personas, y se facilitan los apoyos necesarios para que los usuarios tengan una vida independiente más allá de los propios recursos de las entidades”.

A parte de estos programas de atención residencial, a lo largo de 2015 se ha intervenido con un total de 955 personas a través del programa de “Acompañamiento Integral”, donde se interviene en la comunidad y en el entorno más próximo del usuario. “Se apoya al usuario y a su familia en su propio domicilio, o en su entorno social más próximo, con tareas de acompañamiento, apoyo psicológico o simplemente una visita en un momento muy puntual donde la situación familiar y social lo requiere”. Es un programa con un componente de “prevención” muy marcado, donde se evitan otro tipo de intervenciones con más intensidad.

Intervenir con las familias es una de las acciones fundamentales del movimiento asociativo, tanto de forma directa a través de los programas de Escuela de Familias o Ayuda Mutua, donde se intervino con 838 personas en 2015; como de manera transversal en el resto de programas. “El objetivo es establecer una alianza con los familiares de las personas con problemas de salud mental para facilitar su proceso de recuperación”, y además “resulta fundamental dentro de nuestros objetivos reducir el estrés y la carga emocional que supone el cuidado de éstas personas”.

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El empleo como vía de recuperación

Uno de los programas del que la Federación Salud Mental Castilla y León se siente más orgulloso es el denominado “Itinerarios de Empleo”. En 2015 se ha intervenido con 874 personas, diseñando itinerarios individualizados de inserción laboral, así como apoyando su formación, búsqueda y consecución de un trabajo.

El objetivo de este programa “se centra en hacer ver a la sociedad en general, y al mercado laboral en particular, las capacidades de éstas personas”.

Además, y a través de la experiencia en este programa en particular hemos podido comprobar cómo “las personas con las que intervenimos consumen menos recursos sanitarios”, lo que directamente se traduce en un importante ahorro en costes sanitarios, cuestión que “supone un reivindicación constante hacia la Administración el incremento de financiación para este tipo de programas”.

Los resultados visibles de esta apuesta desde el movimiento asociativo por la inserción laboral se han traducido en 254 inserciones laborales, “un logro que conlleva un gran esfuerzo por parte de nuestras asociaciones, ya que detrás de estas cifras hay una serie de actividades de mejora de la empleabilidad con cada usuario, así como cerca de 700 visitas a empresas, y más de 500 visitas a otros recursos de la comunidad con una vinculación directa o indirecta al empleo”.

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