Recordamos la entrevista que hicimos a Pablo Coca Jiménez, Coordinador de Educación del Museo Patio Herreriano de Valladolid.
Pablo tiene muy claro que su grupo de “alumnos” de EL PUENTE Salud Mental Valladolid no acuden al Museo a aprender técnicas artísticas. “Nuestro objetivo no es que se conviertan en grandes pintores sino que utilicen el arte como una herramienta para contar lo que quieran”, explica este joven para quien el arte contemporáneo trasciende más allá de lo formal, dando paso al mundo de las insinuaciones y la comunicación.
Desde el mes de enero de 2015 un grupo de siete personas con problemas de salud mental de la asociación EL PUENTE acuden cada semana al aula de educación del Museo de Arte Contemporáneo Español Patio Hererariano. Allí han comenzado a utilizar diferentes técnicas artísticas como la pintura, la fotografía o la escritura “para que cuenten lo que quieran, o incluso que no cuenten nada, pero que al menos les sirva como una vía de liberación”, comenta Pablo Coca, quien cuenta con una dilatada experiencia en la educación artística con colectivos de la discapacidad.
“La experiencia me ha mostrado que las personas con enfermedad mental encuentran, en ocasiones, dificultad para poder expresar aquello que piensan o sienten, y creo que las artes plásticas pueden ser una de las herramientas que les permita esa comunicación con el exterior”, afirma este joven quien se aleja de los convencionalismos entre arte y esnobismo.
“Debemos ver la expresión artística desde sus más múltiples posibilidades, donde no siempre deben ser grandes y consagrados autores quienes hagan de ello un patrimonio exclusivo”, aconseja Pablo, “debemos acercar el arte a todos, como un vehículo de expresión más”.
La evolución, en apenas algo más de dos meses, de los participantes de EL PUENTE es destacable según su educador. “Los chicos empiezan a contar cosas a través del album que estamos diseñando, a partir de fotos, dibujos y textos que eligen libremente”. “Algunos cuentan con más destreza técnica, incluso uno de ellos tiene gran dominio del diseño por ordenador y se ha encargado de diseñar la portada del fanzine que van a desarrollar, y que entre todos han decidido titular Iceberg”, como una alegoría a su propia enfermedad mental.