A estas alturas ya nadie pone en duda la importancia de poder contar con un empleo para sentirse parte activa de la sociedad y encontrase mejor dentro de ella. Esta realidad aplicada a colectivos como el nuestro se eleva a la máxima potencia.
Durante muchos meses, diferentes entidades del tercer sector, a través del órgano representativo CERMI, hemos estado trabajando de la mano para aportar nuestro granito de arena en la redacción y diseño del Plan Autonómico de Inserción Sociolaboral 2016-2020, para fomentar la empleabilidad y el acceso al mercado laboral de las personas más vulnerables.
Desde la Administración regional se ha querido diseñar un marco de referencia donde establecer las medidas a seguir a la hora de facilitar el acceso al mercado laboral de aquellas personas con discapacidad y/o colectivos vulnerables o en riesgos de estarlo.
El pasado viernes, se presentó este documento, al que se ha dotado de una inversión de 335,6 millones de euros para los próximos cuatro años (67,3 de ellos para el presente ejercicio), y a través del cuál se plantean 120 actuaciones concretas en materia de empleo.
Desde aquí estamos felices y esperanzados con este tipo de iniciativas tan necesarias, y que nos permitan seguir trabajando en el objetivo de la plena recuperación e inclusión de colectivos como el de personas con problemas de salud mental al que representamos.
Los ejes sobre los que se plantea seguir avanzando en la inserción sociolaboral de las personas en riesgo de exclusión, son cuatro.
Por un lado, conseguir la mejora de la empleabilidad de estas personas, por ejemplo a través de formación específica y orientada, como ya venimos desarrollando desde las diferentes entidades de Salud Mental de Castilla y León. Y también a través del diseño de itinerarios individualizados donde se detectan las capacidades, intereses y potencialidad de la persona como mejor instrumento para mejorar su empleabilidad.
El segundo eje se centra en el acceso al empleo y mantenimiento del mismo. En nuestro caso venimos desarrollando acciones de prospección en empresas que sirven para detectar las necesidades concretas del puesto de trabajo pero también para dar a conocer al colectivo y romper las barreras que puedan generar esa dificultad de acceso.
Los otros dos ejes se van a centrar en mejorar la intervención de los profesionales sobre estas personas, pero también en cambiar la percepción de la sociedad en torno a la inclusión social de estas personas.
En definitiva este Plan incluye muchos de los planteamientos que desde nuestras entidades ya se vienen aplicando, como las actuaciones personalizadas y adaptadas a las circunstancias y perfiles de las personas; los itinerarios personalizados; adaptar los grados de apoyo en función de cada individuo, y potenciar la figura del asistente personal para el empleo.
Con ello esperamos poder contar mayor apoyo y respaldo por parte de la Junta de Castilla y León y del tejido empresarial para poder dar la oportunidad de ser coparticipes de uno de los pilares que sustenta nuestra sociedad, y que es la participación activa a través del empleo.