Por cada euro invertido en el Servicio de Asistencia Personal en salud mental genera un retorno a la sociedad de 3,56 euros
Presentamos el Estudio a través de la metodología Retorno Social de la Inversión (SROI) del Servicio de Asistencia Personal con el objetivo de evaluar la ‘rentabilidad’ social y económica que este tipo de servicios aporta al conjunto de la sociedad.
El estudio se ha realizado gracias al apoyo y financiación de la Fundación ONCE y de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León, a través de la asignación tributaria del 0’7 del IRPF, convocatoria 2020.
Nuestro movimiento asociativo Salud Mental en Castilla y León tiene implantado el servicio de asistencia personal, desde el año 2017, en sus 11 asociaciones y 18 delegaciones en el medio rural, y para el desarrollo del Estudio se seleccionó a FAEMA Salud Mental Ávila, por ser la entidad con mayor número de prestaciones (141) de asistencia personal en 2020, año de estudio. “El resultado estadístico ha venido a reforzar la idea que defendemos desde el movimiento asociativo, y es que la asistencia personal es un recurso absolutamente necesario y rentable”, explica Raquel Alario, técnica del Área de Programas de la Federación y coordinadora del estudio.
La principal conclusión de este análisis es que por cada euro que las administraciones públicas han invertido en asistencia personal se ha obtenido un retorno de 3,56 euros en concepto de valor socio-económico. “Es importante destacar que el mayor retorno es el que repercute en la persona perceptora del servicio, para quien este tipo de apoyo es fundamental a la hora de alcanzar mayor autonomía e independencia, y poder hacer real un proyecto de vida”, añade Inmaculada Pose, directora general de FAEMA Salud Mental Ávila.
El Servicio de Asistencia Personal (SAP) se ha convertido en los últimos años en uno de los recursos con mayor proyección dentro de las líneas de actuación de nuestro movimiento asociativo de la salud mental en Castilla y León. No obstante, la figura del asistente personal responde a la política de trabajo basada en la promoción de la autonomía personal, la inclusión en la comunidad y la vida independiente de las personas con discapacidad psicosocial y/o problemas de salud mental como el camino más adecuado en el proceso de recuperación de los individuos y en el desarrollo de un proyecto de vida.
Concretamente, este estudio determina como beneficios directos, a nivel social, en las personas con problemas de salud mental la mejora de sus competencias y habilidades; la optimización de la gestión de tiempos, el incremento de su autonomía y de la toma de decisiones, un claro progreso en las relaciones familiares y el reconocimiento de derechos sociales. Además, el retorno económico de la inversión para estas personas alcanza el 50’99% del total registrado situándose como las principales beneficiadas.
En segundo lugar, el estudio pone de relieve que la Administración general del Estado consigue el 28’18% del retorno económico. “Este retorno se obtiene como ingresos directos a través de las cotizaciones de la seguridad social, del IRPF de las contrataciones y del ahorro de las prestaciones económicas por desempleo”, explica Raquel Alario.
En este sentido, el servicio de asistencia personal se ha perfilado como un nicho de empleo real, especialmente destacable entre el colectivo de las personas con discapacidad. “Desde nuestro movimiento asociativo apostamos por el modelo de apoyo de pares que consiste en formar y contratar a personas con experiencia propia en salud mental para que ejerzan como asistentes personales de otras personas en situación de dependencia”, comenta Alario. De las 174 contrataciones que se han realizado, en 2021, para asistencia personal, 12 profesionales tienen una discapacidad.
“Para nuestro movimiento asociativo esta línea de trabajo es de gran importancia por su doble beneficio; tanto para la persona que recibe el servicio como para quien lo desarrolla encontrando en este servicio una opción real de trabajo”, comenta Inmaculada Pose, directora General de FAEMA Salud Mental Ávila.
El Servicio de Asistencia Personal, desarrollado por nuestras 11 asociaciones, llegó a 643 personas el pasado año (307 son mujeres y 336 hombres). Además, el 36,86% de las intervenciones a través de este servicio se ha implementado en el medio rural, lo que supone un aumento de 7 puntos respecto a 2020. Esto indica una clara tendencia de incremento de esta figura, especialmente para las personas que no cuentan con acceso a otros tipos de recursos cercanos a sus lugares de residencia.
El estudio suma como beneficiarios de este retorno socioeconómico al entorno familiar “quienes mejoran la optimización de su tiempo además de una clara mejora de la calidad de vida”, explica Alario, así como las propias entidades asociativas, en este caso FAEMA Salud Mental Ávila, en cuanto a la propia ampliación de la cartera de servicios y la consecución de la misión de su organización.
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