Elena Briongos representa a las mujeres y niñas con problemas de salud mental en el Senado, durante la celebración del Parlamento de Mujeres con Discapacidad organizado por Fundación Cermi Mujeres
El pasado 1 de marzo, con motivo del X Aniversario de la Fundación Cermi Mujeres, se celebró el Parlamento de Mujeres con Discapacidad. Una amplia representación de más de 300 mujeres con discapacidad ocupó los escaños del Senado para llenarlo de voces reivindicativas y críticas con muchas de las realidades que sigue viviendo el colectivo a día de hoy. Entre ellas, se encontraban dos de nuestra portavoces, Elena Briongos, presidenta de nuestra Federación, vicepresidenta de la Confederación Salud Mental España, y también presidenta de Salud Mental Aranda, junto a Ángela Díaz, presidenta de Faema Salud Mental Ávila. Entre los temas destacados del programa se encontraron la evaluación de los últimos 10 años de conquistas y reivindicaciones de mujeres y niñas con discapacidad y la definición de los retos futuros en la política pública.
Este acto ha servido para aprobar una hoja de ruta que se presenta bajo el título ¡El futuro que queremos!: La agenda de las Mujeres y Niñas con Discapacidad de España para la Próxima Década. Un documento en el que se plantean propuestas y medidas enfocadas en una mejora de la legislación y la política pública, durante los próximo 10 años, con el objetivo principal de eliminar cualquier tipo de discriminación.
Durante su intervención, Elena Briongos destacó el papel de la Fundación Cermi Mujeres, de la que también es patrona, a lo largo de esta década de trabajo, «ya que sois sin duda un gran referente para las mujeres con discapacidad. Vuestro trabajo y vuestro compromiso es un ejemplo para todas, y es fundamental para ir alcanzando logros que permitan mejorar la calidad de vida de mujeres y niñas con discapacidad. Y, por supuesto, seguir luchando y velando por que se cumplan nuestros derechos«.
En su recorrido por los logros obtenidos y los retos aún por alcanzar, nuestra presidenta quiso recordar que «hasta diciembre de 2020 eran legales las esterilizaciones forzosas de personas con discapacidad que habían sido incapacitadas judicialmente. Estas intervenciones se llevaban a cabo sin el consentimiento, conocimiento o autorización de las mujeres afectadas, y están expresamente prohibidas por el Convenio de Estambul. Es decir, hasta hace poco más de tres años, se vulneraban nuestros derechos sexuales y reproductivos de forma flagrante, y la ley lo permitía. Es gracias al trabajo de reivindicación que se realiza desde entidades como Fundación CERMI Mujeres que esto está cambiando».
Respecto a la reivindicaciones propias del colectivo de la salud mental, Elena mencionó algunas de las recogidas en el Manifiesto de la Red Estatal de Mujeres de SALUD MENTAL ESPAÑA y que se refieren a «potenciar una educación no sexista centrada en la autonomía, inclusión, corresponsabilidad y cuidados como estrategia preventiva fundamental en salud mental; garantizar la accesibilidad universal en todos los servicios públicos, además de otros dispositivos específicos de protección como los destinados a mujeres víctimas de violencia; garantizar también la inclusión de la perspectiva de género en los servicios públicos y de salud mental con equipos formados, coordinados e interdisciplinares; consolidar la figura de la asistencia personal experta en género y salud; reclamamos también servicios públicos de información, orientación y acompañamiento con perspectiva de género; implantar protocolos específicos en los servicios salud mental para la detección y el tratamiento de situaciones de violencia; exigimos un mercado laboral orientado a la conciliación, adaptado a la diversidad, no sexista y respetuoso con la salud mental; y por supuesto, difundir una imagen positiva y realista en salud mental a partir de la reflexión de nuestras diversas circunstancias como mujeres. Esto incluye fomentar el uso de un lenguaje no sexista, inclusivo y positivo en salud».
Un día más que significativo el que se ha vivido en Senado y que suma un paso más hacia esa igualdad de oportunidades que deben convertirse en una realidad sin más demora para las mujeres y niñas con discapacidad.