Federación Salud Mental CyL: un bien común donde todos cuentan

Federación Salud Mental CyL: un bien común donde todos cuentan

Cuando se van a cumplir 24 años de existencia de la Federación Salud Mental Castilla y León (antes FEAFES CyL, Federación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Castilla y León), queremos hacer un repaso por el pasado y llegar hasta el presente de su actividad de la mano de su actual gerente, Ángel Lozano de las Morenas.

«Mi vinculación a la entidad en realidad se remonta a hace 14 años sólo», explica Lozano, quien reconoce que la sensación después de este tiempo es de que «las cosas siempre discurren más despacio de lo que uno quiere o desea«. No obstante, reconoce que la evolución «no sólo de la Federación sino de todo el movimiento asociativo» ha sido muy importante con «grandes logros».

Recuerda Ángel como en aquel 2003 en el que él empieza a dar forma a un nuevo proyecto «las entidades giraban principalmente en torno a las familias y los recursos que se ofrecían eran infinitamente más limitados«. En este sentido, la Federación juega un papel importante «al configurarse como un ente canalizador, coordinador que busca el bien común y que se convierte en el interlocutor de las necesidades y reivindicaciones de todas las asociaciones».

En los siguientes años, «siempre hemos contado con el apoyo por parte de las asociaciones, que han sabido ceder una parte de lo suyo en favor de un bien común», asegura Lozano, quien añade que gracias a «la apuesta de las Juntas Directivas por el proyecto y por la idea de unificar criterios y estrategias, donde todos cuentan pero cuyo objetivo es común»,  la Federación ha pasado a consolidarse como una entidad de referencia ante los distintos agentes implicados en la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad y con problemas de salud mental en «nuestra Comunidad Autónoma pero también fuera de ella».

No obstante, en el camino que desde el movimiento asociativo se ha seguido hacia el empoderamiento del colectivo y de las personas en su invidivualidad, «nuestra entidad puede presumir de contar con un presidente, Jesús Corrales, que nos representan en calidad de vicepresidente dentro de la Confederación de Salud Mental España; pero además contamos con una vicepresidenta en nuestra Federación con «experiencia propia», Elena Briongos, quien a su vez es una de las voces más activas a nivel nacional con su participación en el Comité Pro Salud Mental en Primera Persona».

Realidades que vienen respaldadas por el propio crecimiento experimentado en los últimos 15 años, tanto en nuestra Federación como en el resto de asociaciones del movimiento asociativo de Castilla y León. «Recuerdo cuando aquí sólo trabajábamos tres personas y ahora nuestro equipo técnico lo forman nueve profesionales«, explica su gerente. «Una situación que han vivido la mayoría de nuestras entidades locales y que viene de la mano del propio crecimiento en la prestación de servicios y la consecución de subvenciones, que nos han permitido ir avanzando y sacar a la salud mental del ámbito sanitario exclusivamente para dar las respuestas sociales que se necesitaban».

Cambios de sedes, ampliaciones de espacios, de plantillas, cambios de imagen y de marca son algunas de las «cicatrices» que van marcando la historia de vida de esta entidad «que ya es el principal referente de la salud mental en nuestra Comunidad Autónoma».

Equipo técnico; equipo humano

Ángel Lozano no duda a la hora de descubrir el «secreto del éxito»: las personas que forman parte del proyecto. «No me cabe ninguna duda de que contar con el respaldo absoluto de nuestra Junta Directiva, con la confianza de nuestras asociaciones, sus técnicos y socios, sus usuarios, pero también con la implicación de nuestros profesionales, es la clave que nos permite seguir creciendo y avanzando», asegura Ángel.

Junto al trabajo que el propio gerente lleva desarrollando desde hace 14 años, donde se engloba  «la gestión y dirección de las diferentes áreas que integran la entidad, así como la interlocución con los principales grupos de interés, la gestión de la calidad y la propia representación de la entidad antes los agentes pertinentes«, se articulan cinco áreas definidas que dan respuesta «a las necesidades de las asociaciones y del colectivo en general».

La segunda de abordo en este «imaginario barco» es Patricia Quintanilla, coordinadora técnica de la Federación «y mi mano derecha, en quien confié desde el inicio de mi actividad en la entidad». Trabajadora social  pero sobre todo «multifunciones», esta profesional se configura como el gran eje sobre el que pivota el resto de equipo técnico, «y la encargada de gestionar programas más específicos; es la responsable de proyectos y organización de la actividad propia y eventos de la Federación, y en definitiva es la encargada de coordinar todo el trabajo que realizan el resto de compañeras». Doce años dentro de la Federación es el mejor aval de su calidad profesional.

Por orden de «antigüedad», Elena Robles, recaló hace 10 años en la entidad «después de trabajar en el terreno, en la asociación El Puente de Valladolid», explica Lozano. Ella «que ha pasado por diferentes áreas de la entidad, es la principal responsable de la coordinación de Programas«, lo que representa el control de documentación «y un gran dominio de legislación y normativa, normalmente muy cambiante, además de ser la interlocutora con el resto de entidades en lo que a gestión de programas, recursos y subvenciones, se refiere«. A ello se une «el programa de intervención en prisión«, concretamente en el centro «La Moraleja», en la localidad palentina de Dueñas. «Allí desarrolla una atención directa, junto a otra profesional nuestra, Alejandra Julio Berrio, psicóloga especialista en patología dual«. De incoporación más reciente, Alejandra cuenta con una dilata experiencia en el campo de la patología dual «lo que nos permite formar parte del proyecto PAIEM dentro de este centro penitenciario en concreto, pero también en otros cinco centros de la mano de las asociaciones».

Una de las grandes apuestas de la Federación y del movimiento asociativo ha sido el empleo, «porque para nosotros siempre ha representado la herramienta más valiosa para poder conseguir la plena inclusión de las personas con problemas de salud mental en la comunidad». Aquí nos encontramos con Noelia Cabrera Carrasco «psicopedagoga que también venía de intervenir sobre el terreno en la asociación Afemc Salud Mental Salamanca». Su especialización en la normativa y los programas de integración laboral han contado «con la necesidad de crecer en esta línea y, por ello, desde la Federación apostamos por incorporar a otra técnico de empleo«, en este caso la última en aterrizar en la «casa», Claudia de la Cuevas, educadora social, con un amplio recorrido profesional en diferentes recursos sociales y formativos.

Otra de la áreas que han requerido de una apuesta decidida, tanto en nuestra entidad como en las asociaciones, ha sido «el área de administración y contabilidad» en la que encontramos a la veterana de nuestra Federación , Margarita Moreno, quien después de más de 15 años sigue siendo el ejemplo de la inserción laboral de personas con problemas de salud mental en un trabajo normalizado. A ella se ha unido hace un año, María Vivanco, «quien ha venido a reforzar el área de administración y que ha servido para que la dirección de la entidad haya podido delegar un trabajo que venía a consumir una parte importante de las otras funciones inherentes al cargo», explica Ángel.

Completa el mapa «humano» de la entidad el área de comunicación, con la periodista Diana Gutiérrez. «Fue una apuesta decidida y convencida de una necesidad para la imagen del movimiento asociativo, y que a pesar de ciertas dificultades, esta decisión ha servido para mejorar la visibilidad de nuestra entidad, y de forma estratégica para mejorar la creación de nuevas alianzas; además de favorecer la captación de fondos«. Una realidad que se ha visto reforzada en otras asociaciones «donde también se ha apostado por trabajar la comunicación como una herramienta más en la evolución y crecimiento del movimiento asociativo».

En definitiva, un amplio mapa de recursos y de personas que «con sus particularidades y personalidades enriquecen un proyecto común, y que nos ha permitido aprender y mejorar unos de otros».