Ya no hay Día Mundial o causa justa que se precie que no cuente con un color identificativo. Lo cierto es que empieza a ser imposible no compartirlo con alguien y en el caso del Día Mundial de la Salud Mental hemos decidido, que de los tres colores que identifican nuestra imagen como movimiento asociativo, fuera el naranja el que nos diera visibilidad.
Casi como una simbología misma fueron tres los edificios que lucieron sus galas en naranja la noche del pasado 10 de octubre. Todo ello gracias a las gestiones realizadas desde las instituciones responsables de los mismos.
Así cuando los relojes rozaban las 20,30 horas las fachada del Consistorio junto a la inmensa y ya referencial Cúpula del Milenio se vistieron de salud mental y durante toda la noche lucieron con el color naranja.
Igualmente, el edificio de Las Cortes regionales sirvió para mostrar la imagen que este año está acompañando a todas las celebraciones del Día Mundial de la Salud Mental, además de complementarla de una proyección con las imágenes que fueron realizadas durante el acto institucional que el mismo edificio acogió a lo largo de la mañana.
Con ello, la ciudad quiso rendir un homenaje a las personas que tienen un problema de salud mental, a sus familiares y a todos los agentes implicados en que la vida de estos sea cada vez mejor y de mayor calidad.