Salud Mental Ávila distinguida por sus planes en igualdad con el certificado de ÓPTIMA
Recientemente una de nuestras asociaciones, FAEMA Salud Mental Ávila ha sido distinguida con la certificación de ÓPTIMA que concede la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades por el compromiso con la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en el ámbito laboral. Su gerente, Inmaculada Pose Parra, nos explica cómo ha sido posible formar parte de esta lista de 14 empresas a favor de la «igualdad».
-¿Por qué Faema ha apostado tan fuerte por la igualdad entre su plantilla?
Quizá porque soy mujer y he vivido en primera persona lo difícil que es compatibilizar familia y trabajo. Comencé en FAEMA en el año 2000, cuando la entidad apenas tenía recursos para poder llevar a cabo programas y apoyé de forma voluntaria en la búsqueda de financiación hasta que un año después, los frutos llegaron y pude tener un contrato laboral. Dos años más tarde nació mi primera hija Selena y la única trabajadora que estaba en la entidad era yo. Te puedes imaginar,… se contrató a otra persona para cubrir mi baja, también mujer, que me sustituyó como pudo porque el reto era complicado, pero entre ambas conseguimos que la entidad siguiera adelante. Más de una vez he dado el pecho en el trabajo o tuve que llevarme a mi hija a la oficina, o recibir llamadas de teléfono fuera del horario de trabajo. Con mi segunda hija Marilia, tres años más tarde, el volumen de la entidad era mayor. Llegué a un acuerdo con mi Junta Directiva para flexibilizar la baja y mi incorporación, que fue beneficioso para ambas partes. Siempre se puede hablar y negociar y todos ganan. Aprendí, que es posible flexibilizar el horario de trabajo, yo lo hice.
Cuando se fueron incorporando mujeres a la entidad siempre facilité la posibilidad de organizar el trabajo y el cuidado de hijos. Siempre he confiado en las personas, fueran hombres o mujeres pero quizá en el sector social nos encontramos más mujeres que hombres. Con los años todo está profesionalizado y hablamos de planes de igualdad, de flexibilidad, de negociación colectiva,… aquí ha sido más sencillo porque yo siempre he estado convencida de la igualdad y la conciliación familiar.
-En el ámbito social las plantillas están altamente feminizadas, ¿a qué se debe y esto supone que hayáis tenido que contratar a más hombres?
Es cierto que nuestra plantilla hay más mujeres que hombres, sobre todo porque mayoritariamente tanto los currículo que nos llegan como las persona que realizan prácticas son mujeres. Realizamos un estudio apoyados por IO Empresas y nos recomendaron contratar a hombres y buscar el equilibrio. El resultado está siendo muy positivo de 51 trabajadores, 8 son hombres, pero no es fácil. En el centro especial de empleo está más equilibrado son 9 hombres y 13 mujeres. En total somos 73 profesionales.
-¿Qué planes/medidas habéis implantado dentro de la entidad?
Desde el año 2009 hemos implantado medidas de flexibilidad horaria, de conciliación, protocolo prevención de acoso laboral, lenguaje no sexista, planes de formación, entre otras, siempre acordadas con el Representante de los Trabajadores, tanto de FAEMA como de FAEMA Empleo. Todas éstas medidas nos llevan a seguir trabajando en éste proyecto, ya que siempre se puede mejorar, aunque ya hayamos cubierto gran parte de necesidades que tenían los trabajadores. A su vez colaboramos con la Junta de Castilla y León en concienciar a otras empresas de la ciudad para que implanten estas medidas.
-¿Cuáles son los beneficios que va a aportar contar con este distintivo, OPTIMA, a la entidad?
Para nosotros lo verdaderamente importante es la satisfacción tanto de los y las trabajadoras como de las personas que atendemos, y esto se está consiguiendo. Observamos que cuando la plantilla está motivada, se siente parte activa de un equipo, siente que su opinión es importante, su trabajo es más óptimo y esto se traduce en servicios de calidad. El distintivo ÓPTIMA es un honor pero también una responsabilidad, hay renovarlo cada dos años y exige una mejora continua y adaptar estas medidas a las circunstancias sociales de cada momento.
El tener este distintivo es fruto del trabajo de muchos años y un convencimiento de la igualdad entre hombres y mujeres. El pensar en capacidades laborales, en competencias humanas independientemente del género de las personas. El hecho de ser mujer nos da la oportunidad de ser madre pero no por ello debemos de renunciar a ser mujer trabajadora. La maternidad es una etapa de la vida y no un problema para las empresas.
-Un alto número de cargos de responsabilidad de Faema lo ostentan mujeres, ¿a qué se debe esta realidad que no se comparte en otros ámbitos laborales?
Como te decía en los comienzos de FAEMA hemos estado dos mujeres, una de ella soy yo que soy actualmente la directora General y mi compañera Rocío, que comenzó su primera etapa como psicóloga y actualmente es la directora de Centros. Otros grandes fichajes son el de Laura la coordinadora técnica de Administración y responsable del Centro Especial de Empleo, y Belén jefa de Administración. Dos personas muy competentes con conocimientos en el área de administración y eslabón también importante para seguir avanzando.
Quiero destacar el papel fundamental de Miguel, nuestro coordinador técnico de Viviendas Supervisadas y del servicio de Asistente Personal, que es hombre y complementa los cargos de responsabilidad de FAEMA con la misma ilusión, entusiasmo y dedicación que todos y todas. Hombre o mujer no es lo que importa, lo verdaderamente importante son las competencias profesionales de las personas.
También es cierto que nos encontramos algunas mujeres trabajadoras que nos transmiten que su jornada laboral y horario la limitan al horario escolar de sus hijos. Toda decisión es respetable y el objetivo de la entidad es que tanto el trabajador como la persona perceptora de la atención estén contentos, y los órganos de dirección tenemos la obligación de buscar las medidas para que esto sea posible.