Una veintena de profesionales del movimiento asociativo se forman como facilitadoras del Proyecto JULIA
Una veintena de profesionales pertenecientes a nuestro movimiento asociativo están participando en el curso «Formación de Formadoras en Proyecto JULIA: Mujeres Rurales y Salud Mental». Un curso online, de 50 horas, dirigido a profesionales con interés en acompañar como facilitadoras en los talleres de “Proyecto JULIA”.
Desde nuestro Campus Virtual se ofrece, en un formato de e – learning, la tercera edición de esta formación en la que, en primer lugar, se abordan conceptos básicos relacionados con el género, empoderamiento, las mujeres con problemas de salud mental y el medio rural. Y en segundo lugar, se profundiza en herramientas prácticas de intervención grupal para la creación de redes y de empoderamiento de mujeres rurales con problemas de salud mental trabajando aspectos tan importantes como la autonomía, autoestima y toma de decisiones; los cuidados y autocuidados; violencia hacia las mujeres; ayuda mutua y redes de apoyo; redes y mecanismos de autodefensa de derechos; el empoderamiento en salud mental.
La formación es eminentemente práctica y orientada a su aplicabilidad real en el trabajo diario de los y las profesionales formadas. El curso está siendo tutorizado por Cristina Pérez y Alba Ortiz, profesionales de nuestra asociación Salud Mental Aranda, y que cuentan con una amplia experiencia como facilitadoras en Proyecto JULIA, además de amplia formación específica en género y ruralidad.
«Después de 5 años implementando el Proyecto JULIA en Castilla y León (con más de 50 talleres impartidos en las 9 provincias de la región, para cerca de 250 mujeres), constatamos la necesidad de contar con más profesionales, correctamente preparados, que puedan impartir los Talleres JULIA y acercar este interesante modelo de trabajo a muchas más localidades de nuestra comunidad autónoma«, explica Patricia Quintanilla, coordinadora técnica de la Federación y responsable del Área de Mujer e Igualdad de la entidad.
Es un curso en el que compaginan la lectura de los contenidos teóricos del curso, el visionado de vídeos, así como la participación en foros, lo que permite compartir saberes, opiniones y recursos entre el alumnado inscrito.
Los principales objetivos que se persiguen con esta formación ‘a medida’ de nuestro proyecto de empoderamiento de la mujer con problemas de salud mental del medio rural, es formar al alumnado en la metodología de trabajo de “Proyecto JULIA”, basado en un modelo de creación de redes y empoderamiento de mujeres con problemas mentales en el medio rural; y capacitarlo para poder ejercer como facilitadoras en sus talleres.
Además, de forma indirecta «estamos mostrando la necesidad de realizar un cambio de modelo social a través del empoderamiento de las mujeres», explica Patricia, «y para ello dotamos al alumnado de estrategias y aplicación de métodos y herramientas efectivas que permitan fomentar el empoderamiento de las mujeres con problemas de salud mental del medio rural, y facilitar espacios libres y seguros para ellas», añade.
Hablan las tutoras
¿Qué define a una facilitadora de JULIA?
Alba Ortiz_ La facilitadora es un agente de cambio, una persona comprometida a nivel personal y profesional, que impulsa la creación de recursos específicos para las mujeres con problemas emocionales de la zona rural, teniendo en cuenta todos los ejes interseccionales. La facilitadora es la mediadora de la colectivización del saber, de forma que todas las mujeres aprenden de la experiencia y de la sabiduría del resto del grupo.
Cristina Pérez_ También es dinamizadora. Para ello es necesario desarrollar habilidades de comunicación, coordinación y motivación, con una actitud cercana y amable, pero sobre todo consensuadora. Participa como una más del grupo, pero sin intervenir con frecuencia con el fin de no limitar la participación del resto de las participantes. Informa al grupo de la evolución personal y grupal, diseñando espacios para la reflexión sobre los logros alcanzados. Y por último, fomenta la toma de decisiones por consenso.
¿Qué perfil de alumnas tenéis en esta formación?
Cristina_ Las alumnas y alumnos son trabajadores del movimiento asociativo de Castilla y León. En su gran mayoría, contamos con mujeres pero también participan en esta edición dos compañeros. El perfil es muy variado haciendo referencia a sus puestos de trabajo y titulaciones, desde el área de asistente personal a las viviendas por ejemplo.
Alba_ Todas y todos en conjunto tienen dos factores comunes: su interés por formarse en perspectiva de género y zona rural, y por otro lado, conseguir aprender los conocimientos suficientes para llevarlo a la práctica en un Proyecto JULIA en su comarca. Hay bastantes alumnas que también son mujeres rurales, lo que ofrece una perspectiva única hacia el Proyecto JULIA, y es posible que también una motivación extra por llevarlo a cabo.
¿Cuáles son las características que debe cumplir una facilitadora de JULIA?
Ambas tutoras coinciden en que una facilitadora debe:
– Centrar temáticas y escuchar: redirigir ciertas conversaciones si se observa un alejamiento de los objetivos de la sesión, a su vez fomentando una actitud de escucha activa sin prejuicios.
– Respetar los silencios. Cada proceso personal lleva un ritmo, es importante dejar espacios para la comunicación autónoma.
– Mantener una actitud paciente: es una actitud indispensable, el proceso de acompañamiento es a largo plazo. Esta actitud es particularmente importante durante la fase de comprensión de las demandas y necesidades de las mujeres.
– Adoptar una postura demócrata: la facilitadora debe desarrollar una postura en la que todas las participantes tengan derecho a hablar y a escuchar, que se traduzca en el hecho de saber aceptar ideas diferentes a las propias, no encerrarse en sus convicciones ni juzgar las de las demás.
– Mostrar capacidad de respuesta y adaptación: para poder elegir el enfoque o el método que mejor se adapte al grupo de mujeres y a los objetivos del proyecto.
– Confiar en sí misma: para inspirar confianza en las integrantes del grupo.
– Transmitir humildad: la facilitadora no tiene todas las respuestas, no sabe más que todas los demás.
– Regular el clima emocional del grupo: es importante fomentar la comprensión y expresión emocional reguladas.
– Visión feminista – perspectiva de género: es necesario ofrecer una información y respuesta ligada a la perspectiva de género, teniendo en cuenta las necesidades de las mujeres y el impulso del empoderamiento feminista.
Sobre el Proyecto JULIA
A lo largo de este año 2023, estamos desarrollando una nueva edición del Proyecto “JULIA; Mujeres Rurales y Salud Mental: redes que sanan en espacios rurales” en 16 municipios del medio rural castellano y leonés que se prolongarán hasta el próximo mes de abril. En total, serán más de un centenar de mujeres las que accedan a estos talleres de empoderamiento femenino.
La acción se encuentra financiada por la Dirección General de la Mujer de la Junta de Castilla y León a través de la convocatoria “Promoción de la Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres, y de lucha contra la violencia de género”.
Las localidades en las que se realizarán estos talleres son Nava del Marqués, Cebreros y La Adrada (Ávila), Mojados (Valladolid), Aguilar de Campoo, Cervera de Pisuerga y Villalba de Guardo (Palencia), Alcañices (Zamora), Ciudad Rodrigo (Salamanca), Pedraza (Segovia), Lerma (Burgos), Villarcayo (Burgos), Covaleda (Soria), y Bembibre, Astorga y Villablino (León).