Conclusiones de las XIX Jornadas Técnicas ‘Futuro Femenino Plural. Perspectiva de género en salud mental’.
La celebración de las XIX Jornadas Técnicas del movimiento asociativo Salud Mental Castilla y León, los días 3 y 4 de mayo en Segovia, nos han dejado, como siempre, importantes reflexiones. En esta ocasión, compartimos una importante serie de conclusiones en torno a la temática central del encuentro ‘Futuro Femenino Plural. Perspectiva de género en salud mental’.
CONCLUSIONES XIX JORNADAS TÉCNICAS «FUTURO FEMENINO PLURAL. PERSPECTIVA DE GÉNERO EN SLAUD MENTAL»
- La violencia de género y los problemas de salud mental están íntimamente unidos. En muchos casos se genera una comorbilidad de ambos factores, con situaciones de lesiones físicas, enfermedades somáticas, consumo de drogas, aislamiento social, incremento del riesgo de suicidio, depresión o estrés postraumático, lo que dificulta gravemente su proceso de recuperación. Si la situación de vulnerabilidad de las personas con discapacidad es mayor que la de la población general, en el caso de mujeres con problema de salud mental y/o discapacidad psicosocial, en concreto, hablamos de una triple discriminación: el estigma asociado por el hecho de tener un problema de salud mental, el rechazo que provoca la discapacidad psicosocial y la discriminación derivada por la condición de género y lo que esto supone en nuestra sociedad.
- Algunos factores de vulnerabilidad de las mujeres con problemas de salud mental tienen que ver con el estigma asociado a los trastornos mentales graves, al aislamiento social, a la discriminación en el ámbito laboral, a las dificultades en el acceso a la información, formación y los recursos, a una menor credibilidad atribuida a su relato, a una mayor dificultad en el acceso a la información y los recursos, a la tendencia a la psicopatologicación de la violencia sufrida o a los tratamientos sin perspectiva de género. La igualdad entre mujeres y hombres es un elemento clave en la prevención de la violencia contra la mujer. Las mujeres con problemas de salud mental tienen un riesgo muy elevado de ser víctimas de violencia por parte de sus parejas o ex parejas. Suele ser una situación mucho más común que la mayor parte de los síntomas psiquiátricos por los que se las pregunta de manera rutinaria, aunque a menudo no es detectado o en caso de serlo, es silenciado por los/las profesionales, por su incapacidad para afrontarlo.
- En la asistencia sanitaria también se ejerce violencia contra las mujeres, aunque sea de manera inconsciente, con actos tales como limitación en la comunicación, que invisibiliza las quejas y síntomas de las mujeres o relación de superioridad durante el acto médico.
- La visibilización de la situación de las mujeres con problemas de salud mental permite una mayor concienciación social y una puesta en valor de la realidad que están viviendo, lo que permitirá una mejor forma de afrontar la realidad y de promover una atención más especializada y adecuada a sus necesidades.
- Es muy importante la formación de profesionales en la atención desde una perspectiva de género a las mujeres con problemas de salud mental. Permitirá una mayor participación por parte de las mujeres y una atención más adecuada y certera.
- Es fundamental la creación de espacios seguros y de confianza en los que las mujeres con problemas de salud mental puedan hablar libremente y exponer su situación. Las redes de ayuda mutua permiten una mayor integración social, mejoran la participación, el empoderamiento y se constituyen como herramienta de prevención de situaciones de violencia.
- La peor salud mental de las mujeres no tiene que ver con causas biológicas, sino con las condiciones sociales. Las condiciones de vida desiguales entre hombres y mujeres, junto con los modelos imperantes de masculinidad y feminidad hegemónicos, pueden estar explicando estas desigualdades de género en la salud mental.
- Existe un sobrediagnóstico y medicalización de la salud mental de las mujeres. Las mujeres son más proclives a buscar ayuda para sus problemas de salud mental que los hombres. En atención primaria se atiende a más mujeres que hombres, si bien, en atención especializada la diferencia entre sexos se reduce. El uso de psicofármacos (ansiolíticos y antidepresivos) es del doble en el caso de mujeres que en el de hombres. Ante la misma demanda, en mujeres es más frecuente el consejo y la prescripción farmacológica y en hombres la derivación a atención especializada. En la asistencia sanitaria también se ejerce violencia contra las mujeres, aunque sea de manera inconsciente, con actos tales como limitación en la comunicación, que invisibiliza las quejas y síntomas de las mujeres o relación de superioridad durante el acto médico.
- Es muy importante la formación de profesionales en la atención desde una perspectiva de género a las mujeres con problemas de salud mental. Permitirá una mayor participación por parte de las mujeres y una atención más adecuada y certera.
- Es fundamental la creación de espacios seguros y de confianza en los que las mujeres con problemas de salud mental puedan hablar libremente y exponer su situación. Las redes de ayuda mutua permiten una mayor integración social, mejoran la participación, el empoderamiento y se constituyen como herramienta de prevención de situaciones de violencia.
- La participación de las mujeres en el diseño de las políticas públicas que las afectan es necesaria para lograr una equiparación en sus derechos. Es muy importante la incidencia política desde una perspectiva feminista.