El Proyecto JULIA: Mujeres Rurales y Salud Mental genera un efecto transformador real en las 532 mujeres participantes, según el Estudio de Impacto del proyecto
Hoy hemos presentado el Estudio de Impacto de su Proyecto JULIA: Mujeres Rurales y Salud Mental, en la sede del Consejo Económico y Social de Castilla y León, acompañadas por el presidente del mismo, Enrique Cabero Morán, y la Directora General de la Mujer de la Junta de Castilla y León, María Victoria Moreno Saugar. El acto se ha enmarcado dentro de una Jornada de presentación en la que, junto a las personas anteriormente mencionadas, han intervenido la coordinadora del Proyecto, Patricia Quintanilla López; la vicepresidenta de la Federación, Laura de la Torre Fernández; así como los profesionales técnicos responsables del Estudio, junto a varias facilitadoras y formadoras del Proyecto y varias de las propias participantes de los talleres.
“El Proyecto nace en 2018 con el objetivo de dar respuesta a las necesidades y demandas de las mujeres rurales con problemas de salud mental, las cuales pudimos recoger a partir del Estudio Mujer y Salud Mental. Necesidades, demandas y propuestas realizado previamente, y que nos marcó la hoja de ruta a seguir dentro del movimiento asociativo respecto a la atención a las mujeres”, explica Patricia Quintanilla.
Gracias al desarrollo de este estudio de impacto, se ha podido concluir que “el Proyecto JULIA ha alcanzado el efecto transformador que siempre hemos buscado con su implantación”, explica Patricia, quien destaca que “las participantes afirman haber salido de su aislamiento y haber hecho frente a esa soledad no deseada al hacerlas partícipes en la comunidad; han mejorado su salud mental con reducción de su sintomatología; reconocen el privilegio de contar con un espacio seguro donde poder hablar y ser escuchadas; han mejorado su autopercepción con el consiguiente cambio de actitud frente a la vida; han mejorado su empoderamiento y han podido hacer frente a sus miedos, y especialmente han creado redes de apoyo que trascienden al proyecto y perduran en el tiempo”.
Resultados que, según el análisis realizado por el equipo investigador de la consultora Iniciativas CSE, se han alcanzado gracias a algunas variables como “la propia metodología del proyecto basada en la horizontalidad, voluntariedad y el respecto; también gracias al papel de las facilitadores y su adquisición de formación especializada; por su puesto por la continuidad en la intervención; a lo que se suma la creación de espacios seguros de reflexión y, destaca la disponibilidad de transporte dentro del proyecto con el que las participantes han podido acceder desde sus domicilios hasta el recurso”, explican.
Desde la puesta en marcha de esta iniciativa se han impartido un total 69 talleres con la participación de 532 mujeres en todas las provincias de Castilla y León, a lo que se suman tres ediciones del curso “Formación de Formadoras en el Proyecto JULIA” en las que se ha formado a más de 60 profesionales “quienes han adquirido los conocimientos de la metodología específica de JULIA”, añade Quintanilla, y cuatro encuentros regionales “JULIA Sigue Tejiendo”.
El Proyecto ha contado desde su inicio con la financiación, por concurrencia competitiva, de la Dirección General de la Mujer de la Junta de Castilla y León, a través de la convocatoria Promoción de la Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres y de Lucha contra la Violencia de Género.
El Estudio de Impacto sobre el Proyecto “viene a significarse como el siguiente paso en la evolución de un proyecto que revela un incansable esfuerzo, tanto económico como personal de nuestro Movimiento Asociativo”, afirma Laura de la Torre, vicepresidenta de la Federación.
Para ello, se ha realizado este análisis de las acciones desarrolladas, desde 2018 hasta 2023, “que nos han permitido hacer una reflexión sobre lo que se ha logrado, pero también a la hora de definir hacía dónde debemos guiar el futuro del Proyecto JULIA tomando aún mayor conciencia acerca de la importancia de atender las necesidades específicas de las mujeres”, explica la coordinadora del mismo, “y para lo que hemos contratado el apoyo técnico de la consultora Iniciativas CSE que nos ha permitido realizar un análisis objetivo y exhaustivo”.
A lo largo de diez meses se ha trabajado en el análisis documental del proyecto, junto a entrevistas individuales, grupos focales y la propia asistencia del equipo investigador a algunos de los talleres de JULIA. “El objetivo era ahondar no sólo en las evidencias técnicas sino en las percepciones reales e individuales de los diferentes agentes que intervienen en el proyecto”, asegura Quintanilla, “de forma que, en el caso de haberlas, corregir posibles desviaciones del objetivo principal”.
A la hora de concluir con el análisis, desde el Movimiento Asociativo Salud Mental Castilla y León destacan que “el objetivo principal del Proyecto se basa en fomentar la creación de las redes sociales y de sororidad entre mujeres, como punto de partida para seguir alcanzando esas cuotas de empoderamiento femenino necesarias a la hora de garantizar su bienestar y sus derechos fundamentales”, y por los datos obtenidos “sentimos que estamos en un camino al que le queda mucho recorrido pero que no debemos abandonar”, afirma Quintanilla.
“Ser mujer, en el medio rural y, además, tener un problema de salud mental incrementa notablemente el riesgo de discriminación entre una sociedad en la que aún queda mucho trabaio a la hora de superar el estigma y la desigualdad por género”, asegura Laura de la Torre, quien no ha dudado en apelar “a las administraciones públicas su implicación a la hora de dotar de los apoyos económicos adecuados que den viabilidad a este proyecto cada vez más demandado por esas mujeres de la España vaciada con escaso acceso a los recursos”.
Desde el movimiento asociativo Salud Mental Castilla y León, integrado por 11 asociaciones y 21 delegaciones rurales, se trabaja día a día con la población del medio rural y, por ello, son conscientes “de la necesidad que existe entre muchas mujeres de encontrar espacios seguros donde expresarse, y a la vez encontrar ese modelo de par con el que se identifican y la vez con quien comparten y generan esa red de apoyo y seguridad”, explica Patricia.
“Ahora más que nunca, y a la vista de los resultados del estudio de impacto, queremos poner todo nuestro empeño en reforzar y dar continuidad a este proyecto, pero para lo que irremediablemente necesitamos de todo el apoyo posible por parte de las administraciones públicas”, añade Quintanilla.
Hasta la fecha, el proyecto ‘JULIA: Mujeres Rurales y Salud Mental’ ha contado con el reconocimiento de diferentes entidades, como el Premio Cermi.es en la categoría “Acción en beneficio de las mujeres con discapacidad”; el Premio a las Buenas Prácticas de Salud Mental España; el Premio Meninas, otorgado por la Delegación de Gobierno de Castilla y León y el Ministerio de Igualdad; el Premio 8M de UGT Castilla y León; el premio Solidarios a la Igualdad que otorga Mujeres para el Diálogo y la Educación, o los últimos de ellos, ambas menciones especiales en los Premios Diagnóstico que otorga CyLTV, en la categoría “Mejor iniciativa de asociaciones de pacientes”, y el Premio Nacional de Discapacidad Reina Letizia que otorga el Real Patronato de la Discapacidad.
Si quieres acceder al Estudio completo accede aquí.
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