Arrancamos este nuevo año 2025 con una estupenda noticia relacionada con la formación y el fomento de la empleabilidad dentro de nuestro movimiento asociativo. Como cada año, y gracias al apoyo del programa de inclusión laboral Inserta Empleo de Fundación ONCE, 206 personas con problemas de salud mental han podido participar en sus acciones formativas, con un resultado de 34 inserciones laborales.
En total este programa ha puesto en marcha 4 cursos de formación para el empleo y 30 talleres sociolaborales que han contando con la cofinanciación del Fondo Social Europeo en el marco del Programa Estatal FSE+ de Inclusión Social, Garantía Infantil y Lucha contra la Pobreza, así como el Programa estatal FSE+ de Empleo Juvenil.
Todas las formaciones que se desarrollan dentro de este marco de actuación de Inserta Empleo están dirigidas a potenciar la mejora de habilidades y de cualificación de las personas con discapacidad, en nuestro caso con discapacidad psicosocial, de tal forma que se aumenten sus posibilidades de acceso al mercado laboral.
A lo largo del pasado 2024, desde nuestras asociaciones se ha participado en las diferentes propuestas formativas que, en opinión de nuestra asociación ASOVICA Salud Mental Soria, destaca “que estén orientadas hacia oficios demandados en el mercado laboral y con probabilidad de éxito a la hora de buscar empleo«. Igualmente, desde Salud Mental Burgos Prosame, las definen como «muy valiosas al permitir al alumnado formarse en competencias específicas relacionadas siempre con empresas y sectores de actividad consolidados o bien emergentes de la ciudad concreta».
A esto se une, como ponen de manifiesto desde El Puente Salud Mental Valladolid, «el desarrollo personal, social y económico que las personas alcanzan si consiguen su inclusión laboral«, por lo que destacan el papel crucial de estos talleres sociolaborales y de la formación profesional para preparar a estas personas en las competencias necesarias para su inserción laboral además de fomentar entornos más inclusivos en las empresas».
En este sentido, desde Salud Mental Salamanca inciden también en la mejora de habilidades interpersonales, que también se trabaja dentro de las formaciones, » y que les permite interactuar de manera más efectiva con colegas, superiores y clientes, lo que resulta especialmente útil para trabajos que requieren un alto nivel de interacción social«.
Desde Salud Mental León y su delegación en Ponferrada tienen claro que gracias a estas acciones formativas, las personas con discapacidad psicosocial «adquieren las herramientas y habilidades necesarias pueden enfrentarse a los procesos de selección y realizarlos de forma eficaz o mejorando aspectos que desconocían, lo que también repercute en su motivación a la hora de mantenerse en la búsqueda activa de empleo». En este mismo sentido se posicionan desde FAEMA Salud Mental Ávila, «ya que estas formaciones favorecen, sobre todo, la adquisición de confianza en sus propias capacidades una vez que las descubren, poniendo de relieve el aprendizaje dentro de grupos de iguales con un tamaño adecuado que les motiva para mejorar su cualificación laboral«.
Algo que también han podido comprobar con el alumnado de la asociación Salud Mental Palencia y su delegación en Guardo, es el impacto significativo en el crecimiento personal y laboral de las personas participantes, destacando cómo el proceso «les ayuda a establecer metas concretas y trabajar áreas específicas, a lo que se suma una actitud autocrítica positiva que fomenta el aprendizaje y el desarrollo de nuevas competencias».
Por último, tanto desde la asociación Salud Mental Zamora como Salud Mental Aranda califican estas formaciones como una «herramienta muy valiosa en la búsqueda de empleo de las personas participantes», ya que reconocen que «muchos vienen ya desgastados de un proceso largo de búsqueda, y les viene muy bien partir de una activación y motivación para continuar hasta conseguir su objetivo de tener un empleo«.
Recientemente el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado los datos sobre «El Empleo de las personas con discapacidad» en 2023. En España había 1.946.800 personas con discapacidad en edad de trabajar, lo que representa el 6,2% de la población laboral. Sin embargo, las cifras siguen mostrando una realidad muy poco positiva en cuanto a su inclusión laboral. Concretamente las personas con discapacidad psicosocial (salud mental) presentan la menor tasa de actividad (27,4%) y empleo (19%) entre todas las discapacidades, muy por debajo de la media de discapacidad (35,5% y 28,5%) y de las personas sin discapacidad (78,5% y 69%).
Con el programa de inclusión laboral Inserta Empleo de Fundación ONCE, y la acción de nuestro movimiento asociativo Salud Mental en Castilla y León, se quiere contribuir a revertir estas cifras que año tras año sitúan a las personas con discapacidad psicosocial en una situación de desventaja a la hora de acceder a un puesto de trabajo.