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Elena Briongos, presidenta de la Federación: «Tenemos capacidades y medios para hacer y llegar donde queramos; pero hay que querer»

Elena Briongos, presidenta de la Federación: «Tenemos capacidades y medios para hacer y llegar donde queramos; pero hay que querer»

Elena Briongos, actual presidenta de la Federación Salud Mental Castilla y León nos habla en esta entrevista de ella; de su trabajo interior, su preparación al frente de la gestión de una asociación como Salud Mental Aranda, de sus líneas estratégicas de trabajo al frente de la presidencia regional, y de las principales necesidades del colectivo de la salud mental.

-¿Qué representa para ti, a nivel personal, ser la presidenta de la Fedederación?

Supone practicar lo que llevo años aprendiendo. Suelo explicar que me siento «en medio» por mi condición de persona con experiencia propia. Vengo de la base de salud mental, y ahora puede trasladar lo que en esa base pensamos y necesitamos a un estructura encargada de las decisiones a nivel asociativo, y que puedan llevarse a otros niveles llegando a cambiar, incluso, leyes que nos afectan directamente.

-¿Cómo crees que te va a beneficiar el hecho de haberlo sido desde hace ocho años en la asociación Salud Mental Aranda?

Pues todo. Ser presidenta anteriormente en una asociación como Salud Mental Aranda me ha facilitado aprender poco a poco cómo se gestiona una asociación de salud mental. Esto al fin de cuentas es extrapolable a la propia Federación, aunque se añadan unas características propias y con más trabajo y alguna que otra dificultad.

– ¿Cuáles van a ser tus principales líneas de acción durante tu mandato?

Hoy por hoy tres líneas claras y necesarias. Una tiene que ver con mujer y salud mental. Desde la Federación nos apoyamos en el Proyecto JULIA, que ha centrado su intervención específicamente en la mujer con diagnóstico residente en el ámbito rural. A ello se une la necesidad de crear un espacio específico para la mujer en todas nuestras asociaciones. La segunda de las líneas tiene que ver con la participación y el empoderamiento de las personas que formamos parte del movimiento asociativo por experiencia propia.Es necesario relanzar los comités pro salud mental en primera persona en cada asociación. Y el tercer de los objetivos es que la palabra «nosotros» se refiera a la Federación cada vez que el colectivo nos nombre. Es decir, que la Federación signifique cercanía e identificación con lo que se hace. Creo que ya tenemos tarea todas y todos.

– ¿Qué le va a aportar a la presidencia el hecho de ser una persona con diagnóstico?

Empatía; saber lo que la otra persona siente y un trabajo interior a nivel de emociones. Aunque todo eso no me va frenar a la hora de tomar decisiones. También en eso consiste la presidencia.

-¿Y el ser una mujer?

Trasladar un mensaje claro: tenemos capacidades y medios para hacer y llegar donde queramos; pero hay que querer.

-¿Cómo has vivido personalmente los cambios de roles de las personas con diagnóstico dentro del movimiento asociativo, por un lado, y en la sociedad, por otro?

De forma lenta a nivel personal; llevo demasiados años con un diagnóstico. Y desde fuera creo que hemos avanzado bastante en la última década. Hay que empezar a considerarnos como madres, trabajadoras, hermanas, estudiantes, escritoras,… e ir arrinconando ese diez por ciento que puede ocupa el diagnóstico en nuestras vidas.

– Además de ser mujer con diagnóstico, Elena, resulta que también resides en el ámbito rural… ¿cómo crees que se está viviendo la salud mental para otras personas que pertenecen al medio rural; qué hemos aportado desde nuestra red asociativa y qué crees que queda por hacer?

El hecho de crear delegaciones que acerquen la salud mental a los espacios donde vive la gente, es importante, y aún más romper la barrera del estigma que condiciona que esa persona salga a la calle y esté valorada como tal dentro de su comunidad. Queda por trasladar los recursos que hay en las asociaciones hasta los pueblos, con delegaciones principalmente, pero también a otros cercanos. También nos ayudaría que desde Sanidad se nos facilitara la intervención de un equipo comunitario compuesto por profesionales de psiquiatría, psicilogía, trabajo social y enfermería que se pudieran trasladar hasta estas localidades.

Para terminar ¿nos confiesas uno de tus deseos?

Una marea de mujeres con experiencia propia que cubra el planeta de expectativas y de igualdad real…. también seguir siendo feliz, aunque sea a ratos.

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